Para revivir Ecuador

El 13 de abril, en segunda vuelta, la Revolución Ciudadana y las agrupaciones populares e indígenas tienen la oportunidad de comenzar un urgente cambio de rumbo en Ecuador.
Una victoria popular serviría de dique de contención a las políticas ultraderechistas antiderechos, que tiene connotados representantes en Milei y Bolsonaro y se levanta como una nube tóxica para la región.
La sobresaliente votación de la candidata de Revolución Ciudadana en Ecuador, Luisa González, deja ver la resistencia que crece en América Latina contra las políticas ultraderechistas, que se afanan por abrirse paso.
El porcentaje de Luisa González (43.98 %) supera lo que cosechó el propio Correa en 2006, en primera vuelta, (22,84 %) frente al 26,83 % de Álvaro Noboa, magnate del sector bananero y padre del actual presidente. Ese año, en segunda vuelta ganó Correa.
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En la primera vuelta de la elección presidencial ecuatoriana el derechista y presidente actual, Daniel Noboa, se situó en 44.16 %. Votos más, votos menos, hubo empate técnico. Por tanto, habrá una segunda y definitiva jornada, pautada para el 13 de abril.
Para consolidar una victoria del campo popular, Luisa deberá sumar nuevos votos y hacer todo lo que pueda para juntarse con Pachakutik. Y además, con otros sectores que seguirían siendo perjudicados con Noboa.
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En medio de la hecatombe
La Revolución Ciudadana está de regreso. Cosechó 67 diputados, de 137, para afirmarse como el principal grupo parlamentario.
Se convirtió en una posibilidad cierta de poder, en vista de la hecatombe ecuatoriana. El periodista Hedelberto López(1) lo resume de este modo: “La tensión política se ha agudizado, los cortes eléctricos se extienden hasta 14 horas, la economía se ha estancado y la delincuencia resulta incontrolable con 41 % de homicidios por encima de los ocurridos en 2022”. El narcotráfico crece de manera desproporcionada. Se le considera una autopista de la cocaína que va a Estados Unidos y Europa, y no solo un país de tránsito de la droga.
En favor de las fuerzas populares, está la candidatura de Luisa González, quien sobresale por su valentía. Luisa, viene de abajo, es de origen campesino, tiene raigambre popular, es abogada, y lo más valioso echó a un lado el miedo para hacer frente a un presidente en funciones, rico de nacimiento, acostumbrado a conseguir lo que quiere. Su principal bandera es revivir Ecuador y trazar un horizonte de cambios verdaderos.
Este ascenso, a punto de consolidarse en la segunda vuelta, es un enorme reto para las fuerzas populares ecuatorianas, empezando por Revolución Ciudadana. Cuando Correa fue presidente prometió cambios verdaderos y profundos. Pero dejó suficientes cabos sueltos, muchos se dejaron seducir por las ventajas de los cargos y lo crucial, se cometió el inmenso error de llevar a la presidencia a Lenín Moreno, otro más del montón, sin épica ni principios.
Las demandas indígenas
Entre el correísmo y Pachakutik hay una historia de desamores. Para 2006, cuando empieza a surgir la candidatura presidencial de Correa, con el movimiento País, hubo intentos para conseguir una candidatura común con Pachakutik. Correa propuso que el candidato a vicepresidente fuera de Pachakutik, pero no fue posible. Ellos pidieron la candidatura a presidente.
Finalmente, junto a Correa se presentó Lenín Moreno, a la vicepresidencia, quien luego intentó destruir aquella visión común y alternativa. Se argumentó que había sido de izquierda cuando estudiante y después se había convertido en empresario turístico. A la larga fue una decisión contradictoria y errada. Un tiro al pie.
Una referencia indispensable es que en 1980 se crea la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonia Ecuatoriana (Confeniae) y luego en 1986 nace la Conaie, Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, para reunir la Confeniae y otras organizaciones.
Ya desde la década del 80 viene una presencia indígena en los espacios públicos, con sus demandas y propuestas. En 1995 se forma el movimiento Pachakutik. Significa: el retorno del mejor tiempo de los pueblos.
Este movimiento acaba de reunir, en primera vuelta, el 5 % de votos, quizás claves para decidir la suerte electoral de Ecuador, en esta hora.
En este 2025, este movimiento y su candidato, Leonardo Iza, quien se proclama de izquierda, tienen una cita con la historia intentando revivir la esperanza de cambio. Lo otro es mirar para otro lado y dejar pasar la caravana antiderechos.
Cabe la salvedad, de que la disputa electoral no es un asunto de aritmética política entre actores y actrices políticas. La última palabra la tiene el pueblo que elige y da la batalla.
La revolución ciudadana
La corriente política que actualmente conocemos como Revolución Ciudadana nació como el movimiento País, siglas de Patria Altiva y Soberana. Los fundadores de la idea, Rafael Correa, Ricardo Patiño, y otros, se negaron a llamarlo partido, por la connotación negativa que eso conllevaba, en aquel momento. Insistieron en que era un movimiento ciudadano.
El debate se centró en esa conceptualización. Muchos contrarios a la idea decían que lo ciudadano remite a los derechos individuales. Sin embargo, prevaleció que la ciudadanía se puede asumir, entender, desde lo comunitario y lo ambiental. No era el ciudadano o la ciudadana como individuo, sino una visión más amplia y plural.
Ese año, 2006, Correa ganó la presidencia de la República, por primera vez. Luego fue reelecto en 2009 y en 2013.
Con Correa, el país consiguió estabilidad. Venía de 8 presidentes en 10 años y arrastraba una situación de ruina económica y financiera. Se calcula que tres millones de ecuatorianos salieron en la ola migratoria de ese tiempo.
En 2017, Alianza País, la derivación de esa experiencia, ganó la presidencia con Lenín Moreno, quien en poco tiempo gobernó contra el legado de Correa y se sumó la persecución contra sus antiguos compañeros
Centro geográfico y geopolítico
Si bien oficialmente los indígenas constituyen 7.7 % de la población, se estima(2) que entre el 40 y 50 % de los ecuatorianos se auto reconocen como indígenas.
En la época de la colonia se llamaba Real Audiencia de Quito. Cuando nace Ecuador, en una constituyente en 1830, se designa el nombre de un accidente geográfico imaginario. Ecuador es una línea imaginaria que divide la Tierra. Es equidistante de los polos de la Tierra.
Un desafío común
La historia latinoamericana es muy parecida. Para concluir va esta referencia. Después de grandes movilizaciones, en Ecuador lograron la expulsión del Instituto Lingüístico de Verano, promovido por Estados Unidos, a través de sectas religiosas. Con el señuelo de ayudar a los indígenas, facilitaban la exploración y explotación de las compañías petroleras.
Jaime Roldós fue el presidente que firmó la expulsión de ese instituto. Pocos meses después, el 24 de mayo de 1981, el avión en el que viajaba sufrió un accidente y murió. Algo similar a lo que le pasó a Torrijos en Panamá, después de la firma del tratado que le devolvió el canal a Panamá.
Autor: Orlando Villalobos Finol
@orlandovillalobos26/ @pasionporeldiscurso
Referencias usadas por el autor:
- López, Hedelberto (2025, enero 18). Elecciones en un Ecuador con crisis generalizada. Recuperado de https://rebelion.org/elecciones-en-un-ecuador-con-crisis-generalizada/
- Harnecker, Marta (2011). Ecuador. Una nueva izquierda en busca de la vida en plenitud, España, El Viejo Topo.

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