Recursos Naturales y Poder: La Lucha por el Control en Bolivia y el Intento de Golpe de Estado contra Arce EXCLUSIVO

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Bolivia.

El intento de Golpe de Estado, en Bolivia, es parte del intento de las potencias  del Norte Global por mantener la hegemonía y el control político, económico, militar y geoestratégico sobre un Sur Global que emerge con independencia y soberanía en esos ámbitos. 

  1. Lo sucedido al Gobierno del Presidente de Bolivia, Luís Arce, en un intento de Golpe de Estado a través de la movilización de tropas del Ejército, ordenada por el ex Comandante General Juan José Zuñiga, debe ser visto y analizado a través de diversos elementos categoriales. El primero, es entenderlo como parte del cambio en lo que denominamos Tiempo Geopolítico, que se refiere a las relaciones de poder —más bien competiciones de poder— que se vienen dando entre las potencias (EE.UU./G-7 y China-Rusia/Brics). Las tensiones por el control geopolítico de recursos naturales es una pieza clave, en la definición del Sistema-mundo en las próximas décadas.
  2. China/Rusia y EE.UU. + aliados, tienen una feroz competición que habla de posibilidades en la correlación de fuerzas militares, económicas y geoestratégicas. En esa confrontación hay un desplazamiento geopolítico, que debe ser entendido bajo la categoría de espacio geopolítico, que no es más que un nuevo tipo de relaciones  en el llamado Sur Global, que abarca a economías y países emergentes, que en algún momento respondían en condición de subordinación a los países dominantes o hegemónicos. En este Sur Global, según un análisis de Crédit Suisse publicado en 2023, denominado “Investment Outlook 2023: A Fundamental Reset se señala “el Occidente Global (los países occidentales desarrollados y sus aliados) se ha alejado del Oriente Global (China, Rusia y sus aliados) en términos de intereses estratégicos fundamentales, mientras que el Sur Global (Brasil, Rusia, India, China y la mayoría de países en desarrollo) se está reorganizando para perseguir sus propios intereses”. Esta emergencia coloca a países del Sur Global, en el centro de la disputa y en este caso, países como Brasil, Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador. República del Congo, Sudáfrica, Venezuela entre muchos otros, pasan a concentrar los focos de la disputa geoestratégica.
  3. Este enfrentamiento entre Norte Global (EE.UU. +G-7) y el Sur Global (Brics +10) se estructura sobre la base de cinco tensiones o controles: a) control de recursos naturales, b) flujos financieros, c) ciencia y tecnología, d) poder militar y, e) información. Al analizar nos damos cuenta que los controles se interrelacionan e interactúan entre sí. El poder militar se vincula con el desarrollo de lo que se denomina RAM (Revolución en Armamento Militar) y ello implica ciencia y tecnología, al mismo tiempo que depende del control de recursos naturales y su incidencia en los flujos financieros, mediante el desarrollo de las economías. Este, a su vez, nos lleva de nuevo al tema del control de recursos naturales, sobre todo en lo referido a recursos energéticos, esenciales para el despegue del motor industrial. Por último y no menos significativo —y también vinculado al desarrollo de ciencia y tecnología— está el tema informativo.
  4. Estas tensiones se han reflejado en el Gasto Militar, pues la estrategia de los EE. UU. y con él sus aliados, agrupados en anillos de subordinación —Israel, España, Italia, Taiwán, Colombia, entre muchos otros países— es enfrentar el creciente poderío, militar y económico, del binomio Rusia-China. Para 2022, EE.UU. (su Ejército) y los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) concentraron el 74,2 % del Gasto Militar —unos 2.13 billones de dólares, de un total Global de cerca de 3 Billones. Mantener ese gasto militar no solo implica un desarrollo económico, sino además el potencial dominio de recursos estratégicos provistos por los denominados minerales de tierras raras. Estamos siendo testigos de una asociación de tríada muy poderosa (China-Rusia-Irán), cuyo desarrollo militar —y tecnológico— se transforma en una amenaza para las relaciones que han caracterizado, hasta ahora, al tiempo geopolítico.
  5. Los BRICS+10 han desarrollado una alianza energética, que incluye a Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos y que, potencialmente, puede incluir a Bolivia y Venezuela. Eso representa unos 26,3 millones de barriles diarios de petróleo. Una capacidad energética nada despreciable, y más aún en el marco de las ৹৹necesidades económicas mundiales y la competición por el crecimiento y dominio de los Mercados Globales.
  6. Este contexto, brevemente explicado acá, pero sí esbozado, es un puente de interpretación para lo sucedido en Bolivia. No podemos dejar por fuera, las ya famosas declaraciones de la Generala Laura Richarson, jefa del Comando Sur, en 2023, donde manifestó su interés —en conjunto con transnacionales— por controlar el denominado Triángulo del Litio. Esa región geopolítica abarca a tres países: Argentina, Bolivia y Chile, que tienen reservas respectivamente de 19 millones de TM, 21 millones TN y 9.8 millones. Si vemos el papel geopolítico, en relación con las tensiones ya expresadas entre el Sur Global y el Norte Global, nos encontramos con una alineación importante de Argentina y Chile con el Norte Global, en contraste con la cercanía al Sur de Bolivia. Si lo analizamos en términos de gobiernos, los Presidentes de Argentina (Milei) y de Chile (Boris) tienen posiciones más cercanas a la Doctrina de Seguridad de los EE.UU. que la propia Bolivia. El Litio, es clave en varios de los controles que son vitales en la competencia mundial. El Litio es primordial para el desarrollo tecnológico y el desarrollo de energías “limpias”. Su empleo para la producción de baterías empleadas en la industria militar y en la actividad comercial civil, se transforma en un tema de Seguridad Estratégica para EE. UU., que no ha dudado en manifestar su preocupación por el control de ese espacio subregional geopolítico, ante el impulso (y presencia) de China y Rusia, que también requieren ese recurso mineral. Encontramos en esa zona, casi el 68 % de las reservas mundiales de Litio. Y debemos recordar, en este contexto, que el Presidente Arce viajó a Rusia, a inicios de junio de este año, para asistir al 27⁰ Foro Económico Internacional, en San Petersburgo. En su visita se reunió con el presidente Putin y afirmaron acuerdos de cooperación bilaterales, entre los que está el desarrollo de baterías de litio con una empresa rusa.
  7. Pero no sólo Bolivia es importante por el Litio, que como se señalara es fundamental para la producción de baterías y su uso en las tecnologías de la comunicación; también cuenta con significativas reservas de agua potable, de estaño, zinc y plata. La posibilidad, dado la ascendencia de la organización política liderada por el Ex presidente Evo Morales, de mantenerse en el poder en próximas elecciones y que se reedite la asociación que en algún momento tuvo Bolivia con Venezuela, en el escenario regional, es una fuente de indiscutible preocupación para los intereses de seguridad nacional de EE.UU., por el papel que pudieran jugar estos países —con alta potencialidad de minerales estratégicos— si llegaran a sumarse a los BRICS+10.
  8. Ha sido más que evidente, la incidencia de los EE.UU. en los intentos de desestabilización en Bolivia, obedeciendo precisamente a los cambios en las relaciones categoriales entre espacio y tiempo geopolítico. Recordemos el Golpe de Estado contra Evo Morales, en donde la Organización de Estados Americanos (OEA) jugó un papel clave en el año 2019 y que derivó en un gobierno de facto, que buscó desmontar los avances logrados en términos de políticas de defensa de las mayorías, pero también en lo relativo a los alineamientos geoestratégicos de Bolivia. El actual intento de Golpe de Estado, empleando para ello a parte de la cúpula militar, muestra la persistente acción de EE.UU. para desestabilizar la región, empleando estrategias (rollback o volver atrás), que se complementan con operaciones encubiertas, que le permiten “negar” su participación. Los ejemplos sobran, desde el Chile de Allende en 1973, pasando por el intento de Golpe de estado contra Chávez en 2002, la “rebelión” de la policía ecuatoriana contra Rafael Correa en 2010, las acciones desestabilizadoras en Venezuela en 2014 y 2017, aparte de los intentos de magnicidio e invasión, de 2018 y 2020.
  9. Por lo tanto, estamos asistiendo a un momento de amplias tensiones en el tablero Mundial, que focalizado en tres principales confrontaciones (Rusia-Ucrania, Taiwán-China y Palestina-Israel) se proyectan sobre todo el sistema-mundo y generan este tipo de procesos. Concluimos señalando la necesaria alerta, pues la proximidad de las elecciones en Venezuela, este 28 de Julio, y la naturaleza de la disputa en este proceso electoral, da claras muestras de un escenario potencialmente conflictivo en toda la región. 

Autor: Dr. Juan Eduardo Romero Jiménez. Historiador/politólogo. Profesor Universitario. Diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela. historiadorjuan@yandex.com 

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